Han sido necesarios más de cuarenta años y la ausencia de compromisos laborales para poder ejecutar un proyecto nacido mucho tiempo atrás.
Inicialmente éste consistió en la fabricación de una locomotora de vapor, porque de niño las veía las tardes de verano en el pueblo de las vacaciones, pero mi primer contacto con los coches en miniatura de las marcas Matchbox y Corgi Toys al cumplir los trece años, decidió para siempre mi pasión por los coches de carreras.
A través del tiempo he ido dando forma a la idea del tipo de coche que me gustaría fabricar. No había nada definido pero si una idea clara, "TENDRIA QUE SER UN CAN-AM" y llegado el momento, me puse manos a la obra con el objetivo de desarrollarla, sin importar el tiempo a invertir.
Fabricando y diseñando con la ayuda de escasos medios técnicos, un modelo único, que rememora las viejas glorias de la época seguramente más importante en la evolución de la mecánica de competición, surge este prototipo biplaza en escala 1:4 cuya producción se edita en este espacio con amplio detalle.